“La perseverancia” es una palabra que conoce muy bien Alejandro Arcia Stocel, un artesano originario de la etnia Guna, una de las siete agrupaciones o pueblos indígenas que se encuentran a lo largo y ancho del territorio panameño.
Para Alejandro, con esfuerzo todo se puede lograr y como lo cuenta en sus propias palabras “Nunca deja vencerse, cuando quiere una cosa se levanta y lo logra”. Desde siempre, la frase “Nada es imposible” ha sido su lema de vida y es que el artesano desde pequeño perdió la visibilidad por problemas de nacimiento en la retina de sus ojos, algo que para él no ha sido ni será un impedimento para levantarse y salir adelante.
Sus orígenes
A sus 19 años se mudó a la ciudad de Panamá para trabajar junto a una tía, antes de eso, nunca antes había pisado la ciudad; su niñez y años de adolescencia los vivió junto a sus más de cinco hermanos en las islas del archipiélago de Guna Yala, donde residen los miembros de la comunidad indígena Guna.
Al llegar a la ciudad, se dedicó a apoyar a su tía en su negocio de venta y confección de artesanías, así pudo aprender a confeccionar chaquiras “Yo comencé poco a poco, desarmaba las chaquiras y las volvía a armar, me agarraba 1 día en eso… A veces me salía y otras veces no, pero yo no me dejo vencer”, recuerda.
Alejandro que creció rodeado de mucha tradición ancestral, naturaleza, bailes y canciones, sabía que cuando lograra independizarse de su tía con su propio negocio, debía transmitir la profundidad de sus creencias y cultura.
Por ello, se preparó para aprender los significados de cada tipo de artesanía con el objetivo de contar su herencia cultural a sus futuros clientes. Se independizó, montó su negocio de artesanías con la venta de chaquiras, molas, Eucarinas (instrumento musical), entre otros y encontró una forma muy particular de atraer a los clientes a través de la música.
Todos los días toca las Eucarinas logrando atraer con el sonido a turistas extranjeros y panameños que visitan el Casco Antiguo, donde mantiene su negocio. Según el microempresario, las Eucarinas representan una forma de comunicación ancestral que invita a meditar en la naturaleza, las aves, los ríos, el sonido del viento, “es algo espiritual de la etnia Guna”, explica.
El microempresario es apoyado por Microserfin, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA con microcréditos para impulsar su negocio, con los que ha podido adquirir más productos de artesanías e insumos para confeccionarlos, “Me ha ayudado bastante, gracias a Microserfin estoy mejorando mi negocio”, contó.
“Estoy bien orgulloso de ser panameño, Guna-Dule, por eso exhorto a la juventud a que mantengan su cultura, no se olviden de ella… Nunca dejemos atrás nuestra herencia”, ese es el mensaje que le deja Alejandro a las presentes y futuras generaciones indígenas de todo el territorio panameño.