En Panamá existen al menos unos 16,000 refugiados según recientes cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), personas que han encontrado en el país un espacio seguro para establecerse junto con sus familias. El señor Guillermo Aguilar es uno de ellos, quién como padre de familia asegura que, a pesar de las dificultades al establecerse en un nuevo país, mejorar la calidad de vida de su familia fue su principal motor para “salir adelante”.
Originario de Honduras, Guillermo junto a su esposa Ciria y sus dos hijos, llegaron a Panamá en el año 2014, y se establecieron en la provincia de Colón. Ante la dificultad de encontrar un trabajo digno por la informalidad del momento, decide emprender para garantizar un techo seguro y alimento para sus hijos. “Yo recogí latas, y no me da pena decirlo. Me levantaba a las 4:00 de la mañana y recorría por lo menos tres kilómetros recogiendo latas para venderlas en Panamá. Yo guardaba el dinerito y lo repartía para cada gasto, y para poder invertir en mi negocio actual” dijo orgulloso.
Descubrió su verdadera pasión en el cultivo y la venta de plantas ornamentales, así como plantas productoras de frutas y verduras. Con determinación y un incansable esfuerzo, convirtió esta pasión en un próspero negocio familiar que le ha llevado a ampliar incluso hasta la práctica de la jardinería e instalación de plantas en las casas de sus clientes, proyecto al que ha sumado a sus hijos, quienes respaldan honrados el proyecto familiar.
“Siento que es algo increíble lo que él ha hecho”, así se refirió su hija Fergie sobre la tenacidad de su padre para sacarlos adelante. “A pesar de nuestros problemas, ha hecho cosas que nunca pensé que iba a hacer, ha aprendido tantas cosas que me ha dejado sorprendida, y le pido a Dios que ese emprendimiento que él tiene sea más exitoso de lo que es ahora”, agregó sonriendo.
Con un pequeño crédito, de poco más de quinientos dólares, que obtuvo con Microserfin a través del Crédito Acnur, hace un año el señor Guillermo pudo obtener nuevas herramientas para mejorar su proyecto emprendedor, y dice sentirse agradecido porque la entidad los ha acogido a ambos, a su esposa y a él, respaldando su deseo de crecer como familia emprendedora en Panamá.
Por su capacidad de enfrentar las dificultades, sin dejar de lado el amor y la unidad familiar, por inculcarle buenos valores y pasión por superarse día a día, Fergie define a su padre como “fuerte, valiente y extraordinario”, y dijo que le gustaría que sus futuros hijos hereden de don Guillermo el amor por las plantas y la naturaleza, tal como se lo ha inculcado a ella, aprendizaje que lleva incluso a otros aspectos de su vida.
A sus 56 años, Guillermo mira a su pasado y se siente orgulloso de todo el camino que ha recorrido, que ha pesar de no contar con educación completa, ha logrado forjar un futuro próspero para sus hijos en Panamá quienes asegura heredarán con valor el negocio familiar.
Su satisfacción la completa al saber que sus hijos le buscan cada día para recibir “la bendición”, lo que significa para él un acto que refleja el amor inculcado en el entorno familiar y un reconocimiento de padre ejemplar.
Sobre el Crédito Acnur
Microserfin en su compromiso con la inclusión social y el desarrollo productivo de las personas en estado de vulnerabilidad en Panamá, firmó en el año 2008 un convenio con ACNUR y la Cruz Roja Panameña para impulsar los emprendimientos de las personas refugiadas o en solicitud de refugio en el país a través del denominado “Crédito Acnur”.
A la fecha, Microserfin ha otorgado más de B/. 600,000.00 en concepto de créditos a cerca de 450 personas refugiadas, promoviendo su integración económica en la sociedad panameña.
Hasta el momento el mayor número de personas que han accedido a este crédito son provenientes de Colombia, Venezuela, Honduras y Nicaragua.