ºEstudio de Microserfin: 9 de cada 10 microempresarios en Bocas del Toro están en situación de vulnerabilidad

Los recientes incidentes sociales ocurridos en la provincia de Bocas del Toro provocaron paralizaciones prolongadas que han dejado un escenario de escasez, inestabilidad e incertidumbre generalizada. Así lo manifestó el 98 % de los microempresarios encuestados por Microserfin, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, como parte de su compromiso por comprender y acompañar a quienes viven del autoempleo.

La encuesta, aplicada a más de 1 180 microempresarios, reveló que la mayoría ha experimentado una drástica caída en sus ventas, en muchos casos a menos de la mitad de lo habitual, generando una ralentización crítica en el flujo de efectivo local. Para sostenerse, los emprendedores han recurrido a sus ahorros, ayuda familiar a través de préstamos, consumo de su propia producción en el caso de actividades agropecuarias, o incluso han buscado alternativas como acceder a un empleo formal.

Uno de los datos más alarmantes es que el 35 % de los negocios de los microempresarios permanece completamente cerrado, lo que impide cualquier posibilidad de reinversión o recuperación inmediata. Apenas el 4 % de los encuestados ha logrado iniciar un nuevo negocio o encontrar empleo tras la crisis.

Al extrapolar los resultados de la muestra, considerando un promedio de tres personas por hogar, se estima que al menos 4 666 personas han sido directamente afectadas por esta crisis económica, profundizando la ya frágil situación social de muchas familias. El 92 % de los encuestados se encuentra en condición de vulnerabilidad, y al menos un 31 % vive en condiciones de pobreza.

“Lo que se vive hoy en Bocas del Toro no es solo un tema económico, es una crisis de bienestar, de dignidad y de oportunidades. Lo que vemos en los datos del estudio es que las familias de Bocas del Toro están resistiendo como pueden, usando sus últimos recursos para sobrevivir. Pero también vemos esperanza: muchos quieren reinventarse, capacitarse y salir adelante, y ahí es donde Microserfin quiere estar presente”, afirmó Edison Mejía, gerente general de Microserfin.

A pesar del duro golpe económico, los microempresarios bocatoreños mantienen una actitud resiliente: más del 60 % confía en que podrán reactivar sus negocios en un plazo de dos a tres meses. No obstante, el estudio también pone en evidencia una alta dependencia de la economía local respecto a la actividad bananera, ya que el 54,3 % de los encuestados afirma que sus ingresos dependen de ella, lo que refuerza la urgencia de acompañar a los emprendedores en procesos de diversificación productiva para fortalecer su capacidad de adaptación ante futuras crisis.

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