“Si me preguntaran si prefiero el campo o trabajar la mecánica, yo diría que el campo porque es lo que me gusta”: Rodríguez

A la corta edad de siete años sembró su primera planta de maíz y desde entonces supo que trabajar la agricultura sería su vocación de adulto y es que de acuerdo al microempresario Rómulo Rodríguez, el productor hace lo que hace por pura vocación y amor al campo.

Rómulo pese a haber crecido en el corregimiento urbano de Chilibre ubicado en la ciudad de Panamá y tras haber estudiado mecánica decidió a sus 20 años trasladarse al Capira, un corregimiento en la provincia de Panamá Oeste donde predominan las actividades del sector agropecuario.

“Si a mí me dijeran si yo prefiero el monte o trabajar la mecánica, yo diría que el monte porque me gusta y yo siento una gran diferencia en decir que me voy a comer una yuca que la compré; a decir me voy a comer una yuca que la sembré”, cuenta Rómulo con orgullo sobre la labor que realiza.

Inicio de su vida como microempresario

Cuando llegó a Capira aún no era dueño de su propio negocio, en ese entonces ya hace más de 30 años, trabajaba cuidando una Finca Agropecuaria en la que poco a poco fue aprendiendo por sí mismo a trabajar en la producción de cultivos de Tomate, pimentón, cebollina, guandú. Según recuerda el microempresario, el dueño de la finca le permitía sembrar sus propios productos en una parte pequeña del terreno y como lo dijo en sus propias palabras “Me fue gustando porque había una entrada nueva”.

Así con el conocimiento agropecuario adquirido inicia su camino como microempresario con actividades de agricultura, que hoy por hoy desarrolla en varias hectáreas de terreno desde las faldas del Cerro Trinidad de Capira donde cultiva Pimentón en su mayoría, cebollina, arroz, entre otros rubros.

De acuerdo a Rómulo, en el camino ha encontrado retos para la comercialización de productos o en el combate a los efectos del cambio climático que ha atrasado la cosecha de los cultivos y ha ocasionado una baja producción, sin embargo, siempre ha contado con el apoyo de la entidad Microserfin y sus asesores Agropecuarios para brindarle los recursos económicos que requiere invertir en el cuidado de su producción y hacer que su finca genere más.

Desde hace más de diez años el pequeño productor es atendido por la entidad con el producto de crédito RuralFin, del cual ya ha obtenido tres créditos a lo largo de dicho tiempo. “La única entidad que yo me acerqué y me han dado la mano varias veces ha sido Microserfin y no ha sido una sola vez. Aunque la situación esté dura me apoyan. Son buenos los créditos adaptados a lo que uno necesita”, afirma.

Gracias a su negocio, su esfuerzo y el impulso que le ha dado Microserfin ha podido sustentar a su familia compuesta por su esposa y cinco hijos, que han logrado estudiar bachiller completos e incluso graduarse de la universidad, “mis esfuerzos, yo los veo plasmados en ellos”, comenta el microempresario que hoy por hoy emplea de dos a tres personas en su comunidad y gracias al conocimiento acumulado de sus actividades agropecuarias, se ha convertido  también en fuente de consulta y apoyo a otros productores del área para compartirles buenas prácticas para la producción de los cultivos.

Comparte esta publicación con tus amigos